Cefalea
Cefalea es el término médico que empleamos para referirnos al “dolor de cabeza”.
Entre las llamadas cefaleas primarias (las que no se deben a una lesión cerebral), las más conocidas y frecuentes son la cefalea tensional, refiriéndose el adjetivo a la “tensión psíquica”, por estrés o sobrecarga mental, que la producen, y la migraña, con un mecanismo más complejo, y que produce episodios intensos, incluso invalidantes, que pueden interferir significativamente con la vida de las personas. Tanto estas como otras cefaleas primarias menos frecuentes disponen de un arsenal terapéutico cada vez mayor y más eficaz, que permite su control y la conciliación con una vida plena.
En algunos casos, no obstante, se trata de una cefalea secundaria, es decir, consecuencia de alguna lesión cerebral, incluso de un “tumor” o un aneurisma, situaciones, entre otras, en las que un diagnóstico temprano puede ser determinante en el pronóstico vital y de independencia de la persona.
La entrevista neurológica y la exploración física suelen ser suficientes para diagnosticar una cefalea primaria. Pero si existen dudas, o signos de alarma indicativos de un origen secundario, el neurólogo indicará la prueba más conveniente, según cada caso, para detectar o descartar lesión cerebral.