Trastornos del movimiento
La extraordinaria complejidad de las redes neuronales que permiten nuestros movimientos se hace patente cuando se produce una lesión en alguno de los núcleos o vías nerviosas que los controlan. Por exceso (trastornos hipercinéticos, como la corea) o defecto (trastornos hipocinéticos, como la enfermedad de Parkinson), estos problemas interfieren de forma significativa en las actividades de la persona, llegando a repercutir en su independencia y calidad de vida.
En algunas ocasiones, la causa de estos trastornos es algún fármaco o tóxico al que se ha estado expuesto. En otras, se debe a lesiones estratégicas en el sistema nervioso, ya sea por traumatismos, a consecuencia de un ictus, o de causa neurodegenerativa o genética. En todos los casos, un correcto diagnóstico primero sindrómico, que permita orientar correctamente las pruebas diagnósticas necesarias, y con ellas posteriormente un diagnóstico etiológico (de la causa), nos darán la oportunidad de tomar las medidas adecuadas para curar o, si esto no es posible, aliviar los síntomas y enlentecer la progresión de la enfermedad.