Epilepsia

La epilepsia puede definirse, coloquialmente, como una predisposición del cerebro, o una parte de este, para presentar episodios de actividad electroclínica anormal que pueden manifestarse como alteración del estado de consciencia, movimientos involuntarios, u otros muchos síntomas. La manifestación más conocida son las “convulsiones”, las sacudidas corporales repetitivas que se producen en las crisis generalizadas. Pero existen muchísimos tipos de crisis, algunas extraordinariamente extrañas o sutiles, lo que suele dificultar y retrasar su diagnóstico.

Lo primordial al aproximarnos al diagnóstico de esta enfermedad es obtener los datos adecuados mediante la entrevista clínica. La forma en la que se altera nuestra consciencia es diferente según se trate de una crisis epiléptica o de un problema cardíaco. El diagnóstico clínico dirigirá las pruebas en la dirección adecuada, para obtener la confirmación de la epilepsia, el tipo y la causa de ésta. Y de este modo aplicar la terapia más apropiada para evitar la repetición de las crisis.